Sunud

Sunud tiene 12 años y se recupera en la cama junto a su madre. Es muy querida por el personal, los demás pacientes y cualquier persona que esté de visita en nuestro hospital. Todos recordamos el día que llegó con una grave herida en el abdomen. Como cada mañana, había ido a recoger agua con sus hermanos y amigos. Sintió un fuerte impacto en el estómago y pensó que le habían tirado una piedra. No se dio cuenta de que era una bala hasta que se llevó la mano a la tripa y se le llenó de sangre.

La niña tuvo que ser operada de urgencia: fue una intervención compleja para salvarle la vida. Luego ha tenido que pasar por quirófano una segunda vez, para tratarle todas las lesiones abdominales. Y finalmente tuvo que quedarse mucho tiempo en cuidados intensivos. Ha sido todo un mes en el hospital: un proceso largo y, para alguien tan pequeño, muy traumático también.

Ahora por fin se marchará a casa. Ya ha recuperado su vitalidad, empieza a reírse un poco y nosotros también celebramos que nos deje, aunque dentro de unos meses tendrá que venir para una revisión. Seguro que de aquí a entonces llegarán otros niños como ella y tendremos que estar preparados.

Como Sunud, hay más personas que nos necesitan.